ALGO MÁS DE MÍ: TIEMPO DE DESPERTAR...

Hacía tiempo que tenía reservada esta entrada, pero no me decidía a publicarla como lo he hecho hoy.

Finalmente me he decidido, porque, tal como os la presento, es una manera de mostraros algo más de mí, y eso me apetece.

En el cole de mis "peques" llevan varios ediciones celebrando un "Certámen literario", evento que organiza el AMPA (siempre al pie del cañón) . En principio estaba reservado a los alumnos del centro, pero este año decidieron que lo hacían extensible también a los papás, de tal forma que todos nosotros teníamos la oportunidad de mostrar nuestras "dotes literarias". Pero es más, confiaron en mí para hacer los detalles que se entregarían tanto a los participantes como a los miembros del jurado. ¡Qué subidón! Me hizo una ilusión tremenda que pensaran en mí para esa ocasión.

Así que una, que se mete en casi todos los "fregaos", no solo hizo los detalles para el evento, sino que se decidió a participar en el Concurso. Os adelanto que no gané, pero disfruté de lo lindo escribiendo el cuento (tenía que estar inspirado en los Hermanos Grimm y yo, románticona que soy, elegí del de "La bella Durmiente"). Y ahí va mi particular entrada de hoy. Os enseño los detalles que hice, pero también, si aguantais hasta el final del post, os regalo mi pequeña aportación literaria (y se acabó lo de la vergüenza, que como dice una amiga a la que quiero con locura: "la vergüenza pa' robar")... espero que os guste...

Para los niños: marcapáginas realizados en fieltro, cosidos a mano y con temática literaria, por supuesto
Para los adultos y los miembros del jurado: marcapáginas de metal con pequeño camafeo e imagen fotográfica, también con connotaciones literarias





Bueno... y ahora lo qué mas me ha costado decidirme a publicar en el blog: el cuento que presenté al certámen literario para curso 2012/2013

Ahí va, espero que lo disfruteis

TIEMPO DE DESPERTAR 

...y sólo un beso de amor verdadero hará que el hechizo desaparezca,

y la bella y dulce princesa recupere la vida detenida…

Aquel día Rosa despertó suavemente del profundo sueño en el que había vivido durante cien años.

Un sol resplandeciente entraba a través del alto ventanal, inundando la estancia y enfrentándose con el espejo que colgaba de la pared.

La joven se incorporó del lecho mullido y tibio que le había acogido durante tanto tiempo y cruzó la habitación, atraída por la claridad reflejada en el espejo. Se situó frente a él, dejando que le devolviera, nítida, la imagen de su silueta, y al contemplarse le invadió el desconcierto de descubrir una nueva mujer: ¿dónde estaba su larga melena de oro?, ¿dónde su tez pálida y delicada? … y lo que era todavía peor… ¿dónde se escondía el guapo y apuesto príncipe que la iba a rescatar de tan dura condena? Miró a su alrededor entre asustada y sorprendida, pero no encontró a nadie.

Rosa estaba al borde del más amargo llanto cuando (¡no me preguntéis cómo es posible!) el espejo comenzó a hablar:

- No te asustes, princesa… ¡ha pasado mucho tiempo desde que caíste en tan profundo y triste sueño! Desde entonces muchas cosas han cambiado, así que creo que vas a necesitar que te ponga al día: durante estos años un equipo de princesas sobradamente preparadas, a las que tú seguramente ya conoces, ha realizado un completo y exhaustivo estudio en el que han podido demostrar que los cuentos de los que sois protagonistas no siempre son fieles a la realidad. También han llegado a conclusiones muy reveladoras,  que han revolucionado el mundo de las princesas. Sin duda la más importante de ellas es que … ¡no hay príncipes que te salven ni hadas maléficas que te hechicen!... ¡como lo oyes! No es necesario que ningún príncipe de sangre azul subido a un brioso corcel atraviese los espinos del jardín y te rescate de tu prisión. ¡No le esperes más!...sacúdete el polvo de estos cien años, cálzate los zapatos de la ilusión, abre esa puerta y respira profundo… es ahora cuando empieza la verdadera historia, y sólo tú la vas a poder contar.

Rosa no lo dudó un segundo. Había perdido demasiado tiempo durmiendo sin soñar, así que tenía la suficiente fuerza para emprender su nueva aventura. Hizo lo que el espejo le indicó, salió del inmenso castillo y ya nunca volvió la vista atrás.

Muchos besos y gracias por seguir aguantándome, a pesar de todo

☺

Yolanda

Crealaluna